El 31 de mayo se cumplen dos años del injustificado encierro en Venezuela del músico colombiano Julián Conrado.
Desde la Coordinadora Que No Calle el Cantor-Canarias, nos sumamos a la campaña internacional que en estos días se intensifica a objeto de que el gobierno Bolivariano deje en libertad Conrado y le otorgue -con plenas garantías- el asilo político que le corresponde como perseguido político.
Son distintas las acciones que estamos emprendiendo, y entre ellas, este escrito que dirigimos al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, único órgano que tiene la potestad (y la responsabilidad) de resolver la inadmisible situación del cantor insurgente.
Igualmente, les instamos a que difundan el texto entre otras organizaciones hermanas que entienden el necesario reclamo del que nos hacemos eco.
Las Palmas de Gran Canaria, a 24 de mayo de 2013
Dra. Gladys Gutiérrez Alvarado
Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela
Saludamos la nueva andadura que comienza el
Poder Judicial en Venezuela tras los recientes nombramientos efectuados en
dicho órgano. Con absoluto respeto, nos dirigimos a usted en ocasión de
cumplirse este mes de mayo dos años de encarcelamiento de Julián Conrado,
actualmente en el Hospital Militar Carlos Arvelo de Caracas. Apelamos al buen
hacer y la sensibilidad del Ministerio Público para la pronta solución de un
caso que preocupa también a nivel internacional.
El proceso revolucionario venezolano ha sido sin lugar
a dudas un referente de máxima significación en la lucha de los pueblos contra
el sistema de dominación imperialista, concitando además un extenso ejercicio
de solidaridad internacionalista a su alrededor en los momentos más álgidos que
le ha tocado vivir en su aún corta trayectoria.
El giro radical que Venezuela viene encabezando en el
continente es acogido con beneplácito por las diversas fuerzas políticas y
sociales que durante muchas décadas han tenido que librar -y libran aun hoy-
cruentas batallas contra la ignominia y la opresión, como ocurre en la hermana
Colombia.
La lucha del pueblo colombiano también merece la
solidaridad que tanto ha arropado al proceso venezolano por parte de otros
pueblos, el colombiano, entre ellos. En honor al internacionalismo entre los
pueblos y en coherencia al espíritu bolivariano, estimamos que Venezuela debe
hoy ser tierra de abrazo para los perseguidos políticos colombianos.
En esa lucha de los pueblos, un significado
personaje es el cantor revolucionario Guillermo Torres
Cuéter. Guillermo Torres es un cantor popular, que desde su pronta
juventud participa en el movimiento estudiantil, y refleja en sus canciones las
reivindicaciones del pueblo colombiano por la justicia social; lo anterior le
valió la persecución del Estado colombiano, siendo encarcelado, sufriendo
tortura, y una vez en libertad, escapando varias veces de ser asesinado durante
el genocidio estatal contra la Unión Patriótica. Por su condición de perseguido
político, Guillermo Torres ingresa a la insurgencia colombiana y se convierte
en Julián Conrado, miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo. Desde esa condición de perseguido
político es que hoy requiere asilo en Venezuela.
Basta conocer la trayectoria vital de Conrado, la
profundidad de su pensamiento y su profusa obra poética y musical, para
comprender su profunda vocación y acción bolivariana, enfrentando la barbarie y
el terrorismo de Estado que ha padecido el pueblo colombiano durante demasiadas
décadas.
Julián Conrado ha permanecido dos años detenido en
Venezuela, desde el 31 de mayo de 2011, cuando fue apresado en circunstancias
francamente vejatorias en el estado Barinas. Todo este tiempo ha transcurrido a
la espera de que los órganos competentes venezolanos le otorguen la
libertad y el asilo político que requiere, en coherencia con los
principios de la Constitución y las leyes bolivarianas, los tratados
y convenciones internacionales y la ética revolucionaria que prevalece en el
país. Conrado no puede ser entregado, bajo ningún concepto, al gobierno
colombiano.
Numerosos son los llamados, tanto de dentro de la
República Bolivariana, como de otras latitudes del planeta, para devolver a la
libertad, con garantías plenas para su integridad personal, a quien
denodadamente ha luchado por defender los ideales de hombres y mujeres que
han apostado sus vidas por la emancipación definitiva de sus
pueblos.
Insistimos, siempre con el mayor respeto, en instar a
la máxima autoridad judicial venezolana, a no demorar más la puesta en
libertad y el otorgamiento de asilo político al cantor insurgente,
bolivariano y aliprimeriano, Julián Conrado.
Esperando
pronta y positiva respuesta a lo aquí planteado, reciba un atento saludo.
FIRMANTES
COLECTIVOS
Que
no calle en Cantor-Canarias
Canarias
Asoc.
Cultural Guiniguada Comunicación-Radio Guiniguada
Canarias
Plataforma
Bolivariana de Canarias
Canarias
Intersindical
Canaria
Canarias
Frente
Sindical Obrero de Canarias
Canarias
Unidad
del Pueblo
Canarias
VSKpro
RAP
Canarias
Intersindical
Valenciana
España
Asociación
Canaria Siembra
Canarias
Partido
Comunista del Pueblo Canario (PCPC-PCPE)
Canarias
Plataforma
Canaria de Solidaridad con los Pueblos
Canarias
Alternativa
Nacionalista Canaria
Canarias
Colectivo
de Jóvenes Comunistas (CJC)
Canarias
Azarug
Canarias
PERSONAS
Tamanaco
de la Torre
Venezuela
Cort
Greene
Panama
City, Fl. USA
Fundación
Caósmosis
Colombia
Mario
Hernández
Periodista.
Argentina
Erasto
Reyes
Bloque
Popular-Honduras
Manuel
Marrero Morales
Maestro
jubilado y sindicalista. Canarias
Francisca
Rivero Cabezas
Biblioteca
Universidad de La Laguna. Canarias
Marta
Jiménez Jaén
Prof.
Sociología Universidad de La Laguna. Canarias
Antonio
Sardá Artiles
Sindicalista.
Canarias
Fernando
Nagore González
Diseñador
gráfico y cantante de rap. Canarias
Candelaria
Ramírez Díaz
Psicóloga,
miembro de la Asociación Canaria Siembra y de la Red Canaria Alternativa de
Comunicación (Recalco). Canarias
Igor
Urritikoetxea
Secretario
General de la Unión Internacional de Sindicatos del Metal y la Minería.
Secretario de Relaciones Internacionales de LAB. País Vasco
Lourdes
Urbaneja Clerch
Prof.
Universidad Las Palmas de Gran Canaria
Eneko
Gerrikabeitia
Javier
Monagas Maita
Venezuela
José
Luis Limia Valle
Médico.
Miembro de Izquierda Unida. España
Luz
Rodríguez Gangura
Sindicalista.
Canarias
Aisha
Hernández Rodríguez
Brigadista
Popular Internacional a Venezuela. Canarias
Jusay
Mahamud Debra
Rapero.
Canarias
Dailos
González Díaz
Historiador.
Canarias
Carlos
González Expósito
Brigadista
Popular Internacional a Venezuela. Canarias
En el mes de mayo se conmemora la digna resistencia cimarrona y afrodescendiente en diversos países de América; asimismo, el 31 de mayo 2013 se cumplen 2 años de la ilegal detención del cantor Julián Conrado en Venezuela. La canción de Conrado a Benkos Biohó, constituye el mejor homenaje a...
La canción de Conrado a Benkos Biohó, constituye el mejor homenaje a ese espíritu de dignidad afrodescendiente.
Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de una valía incalculable: por eso el régimen colombiano lo quiere silenciar, y por eso mismo los revolucionarios e internacionalistas del mundo defienden con ahínco el derecho de Asilo para Julián Conrado en Venezuela.
Benkos Biohó fue un hombre africano esclavizado en Colombia por los colonizadores europeos, que luchó valientemente contra la colonia esclavista, devino un símbolo de la lucha por la libertad; así como Julián Conrado es hoy un símbolo del artista comprometido. Un artista que abraza en canto y en coherencia a un pueblo que padece Terrorismo de Estado y lucha también por su liberación. El pueblo colombiano lleva más de 522 años luchando por la libertad.
Benkos Biohó nació en la región de Biohó, África Occidental (hoy GuineaBissau) , donde fue secuestrado por el mercader de seres humanos Pedro Gómez Reynel, el portugués lo vendió al comerciante de vidas Juan de Palacios y éste último vendió a Biohó al español esclavista Alonso del Campo en 1596, en Cartagenade Indias, Colombia.
Biohó fue esclavizado como boga en el río Magdalena, e hizo varios intentos de fuga. En 1599 escapó exitosamente y se internó en los terrenos cenagosos, alejándose hacia el suroriente de Cartagena. Organizó un ejército de Cimarrones que logró resistir a los esclavistas europeos y liberar durante años los MontesdeMaría. Benkos y los Cimarrones conformaron una red de inteligencia que les daba información sobre lo que acontecía en la ciudad y organizaban las fugas de más africanos esclavizados hacia el territorio liberado, Palenque, donde se organizaron los Cimarrones libres.
Como no pudo derrotar a los Cimarrones, el Gobernador de Cartagena Gerónimo de Suazo y Casasola ofreció el 18 de julio de 1605 un tratado de no agresión a Benkos Biohó, reconociendo la autonomía del Palenque de la Matuna y aceptando que Biohó entrara a la ciudad. Ese tratado fue una trampa para exterminar la resistencia cimarrona. El tratado se concretó en 1612 bajo la gobernación de Diego Fernández de Velasco, y fue violado por los españoles en 1619 cuando Biohó fue apresado por la guardia de la muralla: lo ahorcaron y descuartizaron el 29 de marzo de 1621.
La tortura y la exhibición del cadáver del opositor: ayer y hoy, continuidad del Terror de Estado:
Los descuartizamientos y empalamientos fueron medidas muy empleadas por la colonia europea en América: su finalidad era paralizar la reivindicación popular mediante el Terror. Hoy, en la Colombia contemporánea, continúan esas prácticas de tortura usadas de manera planificada desde el propio Estado con la finalidad de perpetuar la injusticia social: el Estado colombiano se encarga de viabilizar el despojo de tierras y el silenciamiento de la reivindicación social, económica, ecológica, mediante la inyección de terror en la población. Esa es la finalidad de la herramienta paramilitar financiada por multinacionales y coordinada desde el mismo ejército: perpetrar masacres, descuartizamientos, violaciones colectivas, y todo tipo de atrocidades para aterrorizar a la población, provocando un miedo paralizante de la reivindicación y masivos desplazamientos forzados de poblaciones, que dejan así las tierras libres para el saqueo multinacional y el gran latifundio.
La exhibición degradante del cadáver del opositor sigue siendo también una constante: Al igual que Benkos Biohó fue descuartizado y exhibido en la plaza pública, la mano cortada del líder estudiantil devenido guerrillero, Iván Ríos, fuera exhibida por televisión por el presidente Santos, por citar sólo un ejemplo de estas prácticas de barbarie aún vigentes con que el Estado colombiano mantiene el oprobio sobre las mayorías, para beneficio del gran capital.
El “mal ejemplo” del revolucionario se busca eliminar mediante la desinformación y la barbarie
El gobernador García Girón que ordenó la ejecución de Benkos Biohó, argumentó que era peligroso el respeto que Biohó generaba en la población y que «con embustes y encantos se lleva tras de sí a todas las naciones de Guinea que hay en la ciudad». Lo que el gobernador llamaba “encantos y embustes” no era otra cosa que las ansias de justicia y libertad. Y la barbarie perpetrada contra Biohó, al igual que hoy la tortura perpetrada por el Estado colombiano, buscaba doblegar al opositor y degradarlo ante los sobrevivientes. Ayer, al igual que hoy, el poder se sirve de la desinformación y del terrorismo de Estado para mantener la injusticia social. Antes de ser ejecutado, Biohó llamó a la rebelión, dijo que él era un guerrero y no un esclavo, y así se lo recuerda, como un luchador contra la injusticia.
Julián Conrado le canta a la Dignidad y a la Paz con Justicia Social
La canción “Benkos Biohó”, del cantor revolucionario Julián Conrado es un homenaje al espíritu de rebelión de Biohó, de los pueblos oprimidos. El alzamiento insurgente en Colombia se inscribe en un contexto de Terror Estatal que persigue sin tregua al opositor político, habiendo en Colombia hoy más de 9.500 presos políticos, y siendo Colombia el país del mundo en el que son asesinados el 60% de todos los sindicalistas asesinados en el mundo, por dar solo dos datos muy claros de los niveles de represión y exterminio que adelantan el Estado colombiano y las multinacionales. Colombia es un país cuya población y recursos son saqueados: para viabilizar el despojo, el aparato militar del régimen colombiano y sus fuerzas paramilitares –entrenadas por EEUU– perpetran horrendas masacres contra las organizaciones y poblaciones que elevan una reivindicación; siendo este saqueo y su dupla represiva la razón del descontento y alzamiento popular insurgente. Por ello la paz en Colombia pasa por el cese de la represión estatal, por una verdadera reforma agraria, por un modelo económico de desarrollo distinto al modelo de saqueo multinacional, por un cambio en la tenencia de tierras y riquezas que beneficie a las mayorías, hoy empobrecidas tras años y siglos de despojo.
Julián Conrado homenajea en su canto a la dignidad humana, a la digna rebelión popular, le canta a la paz que vendrá de la mano de la justicia.
Contexto acerca de quién es Julián Conrado y su situación actual en Venezuela:
Julián Conrado es un cantor del pueblo que sufrió la tortura y la cárcel siendo muy joven, ya que el régimen colombiano desde ese entonces intenta callar su canto libertario. Julián vio asesinar a sus compañeros a manos de las fuerzas policiales y paramilitares en su Turbaco natal; y fue empujado por la descarnada persecución del régimen colombiano que ingresó en la insurgencia, como una forma de seguir con vida y cantando por la justicia social. Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor incalculable... por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado, sobreviviente a varios bombardeos, fue apresado cuando buscaba ayuda médica: fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y tiene todo el apoyo de EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el ASILO para el perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo, apresado cuando buscaba ayuda médica, no puede ser entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre Terrorismo de Estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen. Que al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos.
Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.
Varias voces de Venezuela y el mundo, organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como es el caso del estado colombiano. De la Venezuela Bolivariana que los revolucionarios del mundo apoyamos, se espera el abrazo en humanidad e internacionalismo al cantor del pueblo colombiano.
Cuando supe del secuestro de Julián Conrado no pude evitar sentir impotencia y rabia contra el sistema burgués capitalista, y la impotencia se hizo aún más amarga cuando supe que fue acá en Venezuela, en la patria de Bolívar, en la Revolución Bolivariana.
Julián Conrado, el cantor colombiano, el guerrillero dicen algunos, sí, digo yo, un guerrillero como el Che, así les digo a mis hermanos, un guerrillero que ama, que lucha por su patria, por la patria grande y por los sueños de Bolívar, ese es Julián, que acompañado de guitarra y acordeón vallenatero le rugió en la cueva al imperio, sus estrofas punzantes hirieron más de una vez el purulento costado soberbio de Norteamérica desde suelo colombiano, su voz populachera resonó en la conciencia de mujeres y hombres de campos y ciudades que al son de la cumbia se enamoraron de una Revolución, eso lo logra Julián.
Y comprendí luego que los cantores tienen precio para el imperio, precio alto en recompensa por su captura, mucho más alto que cualquier político revolucionario de cualquier parte del mundo, porque los discursos se olvidan con el tiempo pero las canciones no, y cada vez que escuchamos una canción con contenido, el alma se ensancha, el corazón se agita, los pensamientos y sentimientos se juntan en uno solo, y el imperio comprendiendo esto fija precio alto por un cantor sin comprender que el canto diseminado entre los hombres nunca más vuelve a su propio intérprete, es un canto indetenible porque su fuerza radica en el seno de las luchas más justas de los pueblos, ese es el canto de Julián.
Julián se ha convertido en una víctima de las circunstancias políticas e históricas en que vivimos, pedimos el asilo de este hombre que ha mantenido sus convicciones revolucionarias firmes, que ama este proceso revolucionario desde siempre, que lloró a nuestro Comandante Chávez como cualquiera de nosotros, que es un auténtico Bolivariano y además un fiel seguidor y amante Alíprimerista, y aun así, en su condición cautiva, sigue enamorado de este proceso que tiene un significado especial para él, porque en lo profundo de su ser, más allá de su libertad sabe, que mantener la fe puesta en la Revolución Bolivariana es mantener viva la esperanza de ver caer al imperio y de la liberación definitiva de Colombia.
Que la justicia prevalezca y la Revolución Bolivariana se hinche de dignidad, nosotros somos una cantera de muchos Julian Conrados que la derecha no está dispuesta a tolerar, somos el semillero de futuros cantores y políticos que están dispuestos a entregar la vida en lucha permanente por la vida, por la Patria, por Chávez; esta Revolución es un criadero de ñangaras, una poderosa escuela de formación socialista que con sus acciones sobrepasa el discurso de la izquierda clásica, somos una fábrica de producción y confección de Socialistas que muchos añoran perseguir, torturar y desaparecer hoy o mañana, para la derecha no importa el tiempo, solo les importa que llegue el día, y tener a Julián acá encerrado, es dejarle campo abierto al imperialismo y la burguesía para oprimirnos, es dejarle espacio para pensar que sí es posible callar a millones, es dejarle alientos de poder criminalizar en un futuro nuestros actos que hoy son cantos, misiones y obras, pero que en un mañana negado, para cualquier tribunal proimperialistaburgués, podrían ser crímenes de lesa humanidad.
¡Que tu canto de justicia y paz sea lucha viva en los pueblos!
Contexto acerca de quién es Julián Conrado y su situación actual en Venezuela:
por Solidaridad Internacionalista
Julián Conrado es un cantor del pueblo que sufrió la tortura y la cárcel siendo muy joven, ya que el régimen colombiano desde ese entonces intenta callar su canto libertario. Julián vio asesinar a sus compañeros a manos de las fuerzas policiales y paramilitares en su Turbaco natal; y fue empujado por la descarnada persecución del régimen colombiano que ingresó en la insurgencia, como una forma de seguir con vida y cantando por la justicia social. Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor incalculable... por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado, sobreviviente a varios bombardeos, fue apresado cuando buscaba ayuda médica: fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y tiene todo el apoyo de EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el ASILO para el perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo, apresado cuando buscaba ayuda médica, no puede ser entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre Terrorismo de Estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen. Que al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos.
Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.
Varias voces de Venezuela y el mundo, organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como es el caso del estado colombiano. De la Venezuela Bolivariana que los revolucionarios del mundo apoyamos, se espera el abrazo en humanidad e internacionalismo al cantor del pueblo colombiano.
A Julián Conrado, poeta y guerrillero de las FARC, preso político, retenido de forma ilegal por el gobierno venezolano ya desde hace dos años.
–COMPARTE– porque como diría Ernesto ;...“La solidaridad es la ternura de los pueblos"
Contexto acerca de quién es Julián Conrado y su situación actual en Venezuela:
por Solidaridad Internacionalista
Julián Conrado es un cantor del pueblo que sufrió la tortura y la cárcel siendo muy joven, ya que el régimen colombiano desde ese entonces intenta callar su canto libertario. Julián vio asesinar a sus compañeros a manos de las fuerzas policiales y paramilitares en su Turbaco natal; y fue empujado por la descarnada persecución del régimen colombiano que ingresó en la insurgencia, como una forma de seguir con vida y cantando por la justicia social. Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor incalculable... por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado, sobreviviente a varios bombardeos, fue apresado cuando buscaba ayuda médica: fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y tiene todo el apoyo de EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el ASILO para el perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo, apresado cuando buscaba ayuda médica, no puede ser entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre Terrorismo de Estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen. Que al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos.
Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.
Varias voces de Venezuela y el mundo, organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como es el caso del estado colombiano. De la Venezuela Bolivariana que los revolucionarios del mundo apoyamos, se espera el abrazo en humanidad e internacionalismo al cantor del pueblo colombiano.
Dos años, si aunque no lo crean, ya casi
se cumplen dos años de aquel triste episodio que llenó de pena ajena a
muchos de los nacionales, incluyéndome entre ellos. Un 31 de Mayo de
2011, en Barinas, estado Barinas y en tierra de Revolución Bolivariana,
se capturaba a Guillermo Torres “alias” Julián Conrado, hombre llano,
agudo en su análisis y con un profundo amor por la humanidad. Aquel que
tantas canciones le ha dedicado a Bolívar y al Bolivarianismo, a nuestra
revolución Bolivariana y a nuestro comandante eterno Hugo Chávez.
Ese Julián, el de los sueños y la utopía
de que un mundo mejor es posible, está privado de libertad en nuestra
amada República Bolivariana de Venezuela. Se preguntarán los que leen
este artículo, ¿cómo un revolucionario como Julián puede estar preso
aquí en la República Bolivariana de Venezuela, en una revolución con
visión humanista?
Pues esa es la pregunta que tantos y
tantos revolucionarios del mundo nos hacemos. ¿Cómo es que bajo ese
sofisma que llamamos relaciones diplomáticas bilaterales y acuerdos
presidenciales, nos permitamos olvidar que en REVOLUCIÓN NO PODEMOS NI
DEBEMOS TRANSIGIR NI TRANSGREDIR los límites MORALES ÉTICOS Y POLÍTICOS
que nos diferencian de los imperios a los que tanto cuestionamos y
combatimos? ¿A quién o a quienes favorece la injusta e inmoral
encarcelación de Julián Conrado? Son preguntas que pululan en el
ambiente, dignas del mejor y más perspicaz análisis de los y las
revolucionarias en cargos de gobierno o no.
Me llama mucho la atención, que cuando
abordo el tema de Julián Conrado con algunos representantes del Gobierno
Nacional, estos se tornen evasivos y hasta temerosos de hacerlo. ¿Es
que Julián Conrado pasó a ser parte de esa triste y lastimosa historia
de nuestro pasado reciente que nos avergüenza afrontar? Es una posición
cómoda y por demás cobarde, no asumir como propia la causa del camarada
de la dignidad colombiana y nuestra americana.
Cabe destacar que Julián desde su
Carraca, mantiene inquebrantable su amor y solidaridad por nuestra
Revolución Bolivariana y Chavista, nos alienta a seguir la lucha pese a
la desaparición física de nuestro líder. Aunque suene inverosímil y pese
a su situación, nos hace análisis de la situación geopolítica mundial y
nos recuerda que el enemigo está al asecho permanente, que no debemos
descuidarnos ni un tantico.
La libertad y asilo del cantautor de la
dignidad colombiana sigue siendo una decisión política, no hay cargos
imputables a Julián en territorio venezolano, y más aún, nuestra Fiscal
General Dra. Luisa Ortega Díaz, declaró sin lugar la solicitud de
extradición hecha por el Gobierno colombiano en la persona de su
presidente Juan Manuel Santos. Entonces, ¿por qué no liberamos a la
Patria de Bolívar del vergonzoso episodio de la privación de la libertad
ilegítima de Julián? Su salud afectada reclama el otorgamiento de una
medida humanitaria y, ¿por qué no trasladarlo a Cuba u otro país hermano
donde podría ser tratado medicamente y gozaría de la seguridad
necesaria para su persona, en el entendido de que es un perseguido
político del Gobierno de Colombia? Los grupos tanto nacionales como
internacionales que luchamos incesantemente por la libertad de Julián
Conrado, convocados por la solidaridad internacional que nos enseñó el
guerrillero heroico Ernesto Che Guevara, el panita Alí Primera, así como
otros revolucionarios del mundo, exigimos respeto a la condición de
salud, revolucionaria combativa y emancipadora, del Ruiseñor de los
cantos libertarios colombianos y del mundo JULIÁN CONRADO.
Julián ha trascendido las fronteras
geográficas con su canto, componiendo canciones a Palestina, Honduras,
Bolivia, Venezuela, entre otras naciones, lo cual lo ha hecho meritorio
de un gran movimiento internacional que clama por su Libertad. En su
página web, ‘Alzado en Canto’ podrán encontrar muchas de estas
creaciones. Los invito pues a hacer suya esta lucha, que es la de los
oprimidos del mundo, la de aquellos que inspirados por muchos Julianes
dedicaron su vida, en el entendido de que UN MUNDO MEJOR ERA POSIBLE.
Honremos la memoria de esos mártires, dándole a Julián la posibilidad de
seguir multiplicando su mensaje por todos los cielos, por todas las
montañas, por todas las praderas, por todos los mares donde sus notas
musicales logren sensibilizar e invitar a un guerrero mas a emprender la
lucha más noble del ser humano, LA LUCHA DEL HOMBRE
POR EL HOMBRE POR
SU TOTAL Y DEFINITIVA LIBERTAD.
LIBERTAD PARA EL HACEDOR DE LOS SUEÑOS INSURGENTES POR LA HUMANIDAD!!!!
Contexto acerca de quién es Julián Conrado y su situación actual en Venezuela:
Julián Conrado es un cantor del pueblo
que sufrió la tortura y la cárcel siendo muy joven, ya que el régimen
colombiano desde ese entonces intenta callar su canto libertario. Julián
vio asesinar a sus compañeros a manos de las fuerzas policiales y
paramilitares en su Turbaco natal; y fue empujado por la descarnada
persecución del régimen colombiano que ingresó en la insurgencia, como
una forma de seguir con vida y cantando por la justicia social. Las
canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor
incalculable... por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado, sobreviviente a
varios bombardeos, fue apresado cuando buscaba ayuda médica: fue
detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de
Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo
persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un
mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido
por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y
tiene todo el apoyo de EEUU. Las autoridades colombianas pretenden
obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de
Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo
piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y
ampara el ASILO para el perseguido político, quién además está enfermo.
Un hombre viejo, apresado cuando buscaba ayuda médica, no puede ser
entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las
cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos
políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención
Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las
autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no
entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles
colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la
abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo
del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre Terrorismo de
Estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen. Que
al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos
regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el
régimen Santos.
Recordar que el caso de Julián Conrado
se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que
contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH:
varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por
Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está
el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil:
el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011,
negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.
Varias voces de Venezuela y el mundo,
organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al
DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre
el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen
carcelario, como es el caso del estado colombiano. De la Venezuela
Bolivariana que los revolucionarios del mundo apoyamos, se espera el
abrazo en humanidad e internacionalismo al cantor del pueblo colombiano.
Contexto acerca de quién es Julián Conrado y su situación actual en Venezuela:
Julián Conrado es un cantor del pueblo que sufrió la tortura y la cárcel siendo muy joven, ya que el régimen colombiano desde ese entonces intenta callar su canto libertario. Julián vio asesinar a sus compañeros a manos de las fuerzas policiales y paramilitares en su Turbaco natal; y fue empujado por la descarnada persecución del régimen colombiano que ingresó en la insurgencia, como una forma de seguir con vida y cantando por la justicia social. Las canciones de Conrado son testimonios históricos y culturales de un valor incalculable... por eso el régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado, sobreviviente a varios bombardeos, fue apresado cuando buscaba ayuda médica: fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y tiene todo el apoyo de EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el ASILO para el perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo, apresado cuando buscaba ayuda médica, no puede ser entregado a sus persecutores, por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos del mundo.
El pueblo colombiano sufre Terrorismo de Estado y necesita que sus hermanos latinoamericanos se solidaricen. Que al menos sean respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos.
Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.
Varias voces de Venezuela y el mundo, organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como es el caso del estado colombiano. De la Venezuela Bolivariana que los revolucionarios del mundo apoyamos, se espera el abrazo en humanidad e internacionalismo al cantor del pueblo colombiano.
Canción: Miradas de mi pueblo
LIBERTAD Y ASILO PARA JULIÁN CONRADO. Con la tecnología de Blogger.
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La canción de Julián Conrado es la canción necesaria; la humanidad entera necesita del arte con sentimiento social, por ello se agradece todo el apoyo y solidaridad con el cantor bolivariano Julián Conrado.
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Julián Conrado es símbolo de la necesidad de defender la solidaridad entre los pueblos.
Recordar que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana de Venezuela y el DIH: varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho a defensa y violando todo el DIH.